“Clara intromisión” del Estado: Encinas
■ Califica de inadmisible el fallo del tribunal
Ciro Pérez Silva
Alejandro Encinas Rodríguez calificó de inadmisible la decisión adoptada por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) de revocar la nulidad de la elección interna del PRD efectuada el pasado 16 de marzo, toda vez que constituye una clara intromisión del Estado en la vida de este partido, y convocó a Jesús Ortega a no aceptar dicha resolución y a construir un acuerdo político de fondo que dé gobernabilidad al sol azteca.
En conferencia de prensa, Encinas Rodríguez, quien contendió por la dirigencia nacional perredista encabezando la corriente Izquierda Unida (IU), fue interrogado insistentemente sobre su futuro en el PRD en caso de que Ortega desestime su llamado y asuma la presidencia partidista, así como si aceptaría la secretaría general de dicho instituto político.
Respondió que cualquier decisión que asuma “no será sólo personal” y adelantó que en los próximos días haría un pronunciamiento importante. Y de manera insistente se pronunció por construir una verdadera opción de izquierda en el país que se consolide como una alternativa frente a la derecha y reivindique el programa de transformaciones que necesita México, esto sin precisar si lo haría desde el PRD o fuera de este partido.
En el texto de seis puntos al que dio lectura Encinas Rodríguez se enfatiza que esta “clara intromisión del Estado” en la vida interna del PRD, afecta su autonomía e independencia y sienta un grave precedente en la vida política del país.
“Se trata de una decisión de carácter político que se estuvo administrando hasta la resolución de la reforma energética y el presupuesto 2009, lo que da cuenta de la naturaleza de las decisiones que adopta este órgano electoral y que ratifica nuestra convicción de no haber acudido ante un órgano ajeno al partido, que no garantiza el respeto a la voluntad popular de los ciudadanos, y en este caso, de los militantes del PRD”.
Dicha resolución es también, agregó, consecuencia de la incapacidad de los órganos electorales del propio partido para garantizar un ejercicio democrático y transparente en sus procesos internos; de su falta de decisión para atender no sólo los asuntos logísticos, sino las prácticas y conductas ilegales que se presentaron durante el proceso, lo que aunado a la falta de apego a la norma interna y al actuar sin ética de los órganos encargados de velar por los estatutos, profundiza la crisis de legalidad que vive el Partido de la Revolución Democrática.
Alejandro Encinas subrayó que la resolución del TEPJF legaliza y legitima las prácticas fraudulentas que son del dominio público al reconocer una “votación viciada y desapego a la legalidad”, así como la nulidad en el 22.8 por ciento de las casillas, pero al igual que en la elección presidencial de 2006, señala que pese a existir prácticas ilegales éstas no alteran el resultado final sino que, por el contrario, la diferencia entre el primer y el segundo lugar se incrementa.
Lo que no señala el tribunal, apuntó Encinas, es que sólo tomó en consideración las casillas cuestionadas por Jesús Ortega, y que en su revisión no consideró el recurso que Izquierda Unida y otros candidatos interpusieron ante la Comisión Nacional de Garantías.
¿Y las casillas no instaladas?
Lo que tampoco tomó en cuenta el tribunal electoral, agregó, es la denuncia pública de la que fuera presidenta de la CNG, quien al renunciar señaló que se dio validez a actas de casillas no instaladas en Chiapas, Oaxaca y Veracruz; que se contabilizaron votos fabricados ilegalmente; que los otros dos comisionados retrasaron deliberadamente la calificación de la elección de presidente y secretario general del PRD, y sustituyeron los proyectos de resolución presentados originalmente por otros, que fueron elaborados por abogados de Nueva Izquierda y fueron los enviados al tribunal para esta resolución.
“La legitimidad de la dirección la debe otorgar el voto libre de los miembros del partido; pretender una legitimidad desde un órgano del Estado, cuestionado de origen por nuestro partido, incluido el propio Jesús Ortega en su carácter de coordinador de la campaña presidencial, y que sea el que defina a su dirigencia, resulta lamentable para un partido de izquierda que ha reivindicado la lucha democrática y el respeto al voto”, aseveró.
Por la noche, en un comunicado, Dolores Padierna, dirigente de Izquierda Democrática Nacional (IDN), afirmó que su corriente no reconoce a Ortega como presidente nacional del Partido de la Revolución Democrática.
Fuente : La Jornada
■ Califica de inadmisible el fallo del tribunal
Ciro Pérez Silva
Alejandro Encinas Rodríguez calificó de inadmisible la decisión adoptada por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) de revocar la nulidad de la elección interna del PRD efectuada el pasado 16 de marzo, toda vez que constituye una clara intromisión del Estado en la vida de este partido, y convocó a Jesús Ortega a no aceptar dicha resolución y a construir un acuerdo político de fondo que dé gobernabilidad al sol azteca.
En conferencia de prensa, Encinas Rodríguez, quien contendió por la dirigencia nacional perredista encabezando la corriente Izquierda Unida (IU), fue interrogado insistentemente sobre su futuro en el PRD en caso de que Ortega desestime su llamado y asuma la presidencia partidista, así como si aceptaría la secretaría general de dicho instituto político.
Respondió que cualquier decisión que asuma “no será sólo personal” y adelantó que en los próximos días haría un pronunciamiento importante. Y de manera insistente se pronunció por construir una verdadera opción de izquierda en el país que se consolide como una alternativa frente a la derecha y reivindique el programa de transformaciones que necesita México, esto sin precisar si lo haría desde el PRD o fuera de este partido.
En el texto de seis puntos al que dio lectura Encinas Rodríguez se enfatiza que esta “clara intromisión del Estado” en la vida interna del PRD, afecta su autonomía e independencia y sienta un grave precedente en la vida política del país.
“Se trata de una decisión de carácter político que se estuvo administrando hasta la resolución de la reforma energética y el presupuesto 2009, lo que da cuenta de la naturaleza de las decisiones que adopta este órgano electoral y que ratifica nuestra convicción de no haber acudido ante un órgano ajeno al partido, que no garantiza el respeto a la voluntad popular de los ciudadanos, y en este caso, de los militantes del PRD”.
Dicha resolución es también, agregó, consecuencia de la incapacidad de los órganos electorales del propio partido para garantizar un ejercicio democrático y transparente en sus procesos internos; de su falta de decisión para atender no sólo los asuntos logísticos, sino las prácticas y conductas ilegales que se presentaron durante el proceso, lo que aunado a la falta de apego a la norma interna y al actuar sin ética de los órganos encargados de velar por los estatutos, profundiza la crisis de legalidad que vive el Partido de la Revolución Democrática.
Alejandro Encinas subrayó que la resolución del TEPJF legaliza y legitima las prácticas fraudulentas que son del dominio público al reconocer una “votación viciada y desapego a la legalidad”, así como la nulidad en el 22.8 por ciento de las casillas, pero al igual que en la elección presidencial de 2006, señala que pese a existir prácticas ilegales éstas no alteran el resultado final sino que, por el contrario, la diferencia entre el primer y el segundo lugar se incrementa.
Lo que no señala el tribunal, apuntó Encinas, es que sólo tomó en consideración las casillas cuestionadas por Jesús Ortega, y que en su revisión no consideró el recurso que Izquierda Unida y otros candidatos interpusieron ante la Comisión Nacional de Garantías.
¿Y las casillas no instaladas?
Lo que tampoco tomó en cuenta el tribunal electoral, agregó, es la denuncia pública de la que fuera presidenta de la CNG, quien al renunciar señaló que se dio validez a actas de casillas no instaladas en Chiapas, Oaxaca y Veracruz; que se contabilizaron votos fabricados ilegalmente; que los otros dos comisionados retrasaron deliberadamente la calificación de la elección de presidente y secretario general del PRD, y sustituyeron los proyectos de resolución presentados originalmente por otros, que fueron elaborados por abogados de Nueva Izquierda y fueron los enviados al tribunal para esta resolución.
“La legitimidad de la dirección la debe otorgar el voto libre de los miembros del partido; pretender una legitimidad desde un órgano del Estado, cuestionado de origen por nuestro partido, incluido el propio Jesús Ortega en su carácter de coordinador de la campaña presidencial, y que sea el que defina a su dirigencia, resulta lamentable para un partido de izquierda que ha reivindicado la lucha democrática y el respeto al voto”, aseveró.
Por la noche, en un comunicado, Dolores Padierna, dirigente de Izquierda Democrática Nacional (IDN), afirmó que su corriente no reconoce a Ortega como presidente nacional del Partido de la Revolución Democrática.
Fuente : La Jornada